Las actividades de cualquier empresa pueden llegar a parecer rutinarias, sin embargo, deberían acercarnos diariamente a cumplir los objetivos a corto, mediano y largo plazo, lo cual, la mayoría de las veces no sucede, ya que la operación del negocio absorbe la mayor parte del tiempo y se pierde de vista el avance planeado.
Si bien el día a día es importante, debemos hacer el esfuerzo para reservar tiempo para avanzar sobre los objetivos planteados, de lo contrario, estaremos permanentemente en el mismo sitio. Para lograr esto, requerimos un plan de acción y es por lo que les compartimos 3 puntos relevantes a considerar en su implementación:
OBJETIVOS
Antes de definir el cómo, debemos saber qué queremos lograr. Es necesario que definamos los objetivos SMART, por ejemplo, lograr el 80% de ocupación del taller en un lapso de 6 meses, cumplir el plan de capacitación básico en 3 meses o tener mi base de datos de clientes completa en 1 mes. A partir de esto podremos definir lo que requerimos hacer para lograr estos objetivos.
LISTA DE ACTIVIDADES Y CARGA DE TRABAJO
Conforme con los objetivos, debemos identificar lo qué será necesario lograr en lapsos más pequeños, debido a que no podemos esperar al final para ver los resultados. Si mi base de clientes es de 300 personas, debo avanzar al menos 75 clientes por semana, para lograr el objetivo, o 2 cursos por mes si deseo cumplir 6 cursos en tres meses. Por otro lado, existen tareas que son más difíciles de medir, ya que son resultado de otras más complejas, por ejemplo, si deseo lograr el 80% de ocupación del taller en 6 meses, deberemos trabajar en la atracción de clientes nuevos, la promoción de servicios adicionales en cada servicio, el seguimiento a nuestra base de clientes actual, entre otros. Cada una de estas actividades tiene métricas que nos dan información del avance, por ejemplo, número de llamadas a los clientes y cotizaciones realizadas por semana que nos darán referencia de lo que podemos esperar del crecimiento en la ocupación mes con mes.
Agregar nuevas actividades requerirá mayor esfuerzo del que normalmente se hace y debemos distinguir entre lo que son esfuerzos temporales y otros que serán permanentes. Dependiendo si se trata de uno u otro, deberemos distribuir la carga de trabajo de forma que el equipo pueda lograr cumplir sus actividades diarias y el avance programado. Por ejemplo, completar la base de datos de clientes es un esfuerzo temporal que posteriormente requerirá menor tiempo si se integra como parte del proceso en cada servicio.
SEGUIMIENTO
Ninguna meta se alcanzará sin el seguimiento adecuado, y es que dejar que los objetivos se cumplan por si solos es confiar demasiado en la iniciativa de las personas. Es necesario que semana a semana se dé seguimiento a los avances planteados y en caso de que estos no se cumplan, se deberán tomar medidas de ajuste como tiempo de trabajo adicional o sanciones a las personas que incumplan con sus objetivos.
El logro de objetivos requiere un plan de acción que involucra metas a corto plazo y cambios en las actividades diarias, las cuales, deben ser monitoreadas para que se lleven a cabo, en caso contrario, el negocio quedará estancado por no cumplir las tareas necesarias para generar un cambio, todo bajo el argumento de “no tuve tiempo”.
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